Nuestra directora plantea unas importantes reflexiones sobre la educación rural en Colombia. Es un problema que sea tan limitada la oferta académica pública en un país con clara vocación agrícola y cuya población joven se encuentra en mayor proporción en las zonas rurales.

La cantidad de información existente con respecto al medio ambiente y los peligros por los que atraviesa es un indicador diciente de su situación y de cuán preocupados deberíamos estar. Es vano, sin embargo, que el tema nos interese a nosotros los ciudadanos si a los ojos de nuestros gobernantes no tiene mayor significación.

Deseamos que el año que viene nos traiga menos corrupción, más progreso y menos pobreza. Está en nuestras manos no dejar que quienes lleguen al poder se burlen de nosotros y hagan con nuestros dineros lo que se les antoje, pues podemos ejercer control en cada una de nuestras esferas.

En medio de la inconformidad popular y las exigencias que se han formulado en relación con el presupuesto del nuevo gobierno nacional, algunos temas importantes han pasado por debajo de la mesa. Precisamente, los sectores del agro y del medio ambiente son los más desfavorecidos con esta nueva ley presupuestal. En tanto que el primero quedó con un montó casi igual a aquel que tenía para el año 2018, al segundo se le recortó.

La agricultura no es ajena a los avances tecnológicos, pues una multiplicidad de expertos se ha encargado los últimos años de desarrollar programas y aplicaciones que permitan la recopilación, procesamiento y entrega de información útil para el sector y conectar a los diferentes actores del campo. Más vale que pensemos en incorporar estos adelantos y que nos tomemos en serio las leyes de la evolución según las cuales los que no son capaces de adaptarse al cambio, mueren.

Durante el último año diversas entidades y medios de comunicación han estado transmitiendo buenas noticias en relación con el desempeño del sector agrario colombiano. Aunque sería apresurado y exagerado hablar de una reactivación, los datos más recientes nos indican que el sector va por un buen camino. Sin embargo, hay también desventajas que deben ser superadas, especialmente a través de la intervención del gobierno para incrementar nuestra competitividad.

A propósito de esta época electoral, les traemos un breve resumen de las propuestas de cada uno de los candidatos presidenciales con respecto al agro, con lo cual usted, apreciado lector del sector floricultor, posiblemente tendrá un mayor entendimiento el día que salga a votar por el candidato de su preferencia.