¡A “manejarse” bien!
Por respeto a las creencias de los demás, evito tratar temas religiosos. Soy ateo, lo cual no significa que niegue la existencia de una fuerza superior al hombre, sino que no creo que se le deban atribuir propiedades divinas a dicha fuerza. Me siento más cómodo pensando en una inteligencia superior o, simplemente, en el universo o cosmos como el sistema más ordenado y armonioso que existe. Sin embargo, en esta oportunidad quiero compartir con mis amables lectores una definición sobre Dios que llegó a mis manos gracias a un amigo.
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