Por: Francisco Pradilla
Gerente general Ibicol
Ibicol, empresa colombiana dedicada a la venta de insumos biológicos y diferenciados, también ofrece una línea de maquinaria y un proceso para producción de compostaje.
Durante los últimos 17 años Ibicol tuvo dentro de su portafolio la producción de compostaje a partir de residuos orgánicos. La planta de compostaje, ubicada en Tocancipá (Cundinamarca), procesó más de 120.000 toneladas de residuos generados en municipios y en casinos de empresas. Con la ayuda de los usuarios del servicio de aseo se logró hacer la separación en la fuente, generando una conciencia ambiental muy positiva en una población de más de 200.000 habitantes.
Esto no termina ahí. El proceso controlado que lleva Ibicol en sus instalaciones permitió que ese residuo se convirtiera en más de 70.000 toneladas de compost de alta calidad, mejorando la calidad del suelo donde se utilizó y agregando una porción importante de N, P, K, Ca, Mg, S, Mn, Cu, Zn, B, SiO2, 31% de materia orgánica y una adición de probióticos como levaduras, lactobacilos y fotosintéticas. De esta manera se mejoró la fertilidad del suelo, devolviendo una porción de lo extraído y devolviendo vida con los microorganismos en un ambiente amable y que garantiza un buen establecimiento. Los resultados los obtienen los agricultores que utilizan este producto.
El proceso comienza desde la fuente. Como les comenté anteriormente, haciendo una separación adecuada de los residuos orgánicos. Adicionalmente, recibimos residuos de madera que tratamos para disminuir su tamaño y poderlos incorporar al proceso; todo esto se hace en condiciones adecuadas para llevar a cabo el proceso de la mejor manera.
Los diferentes materiales se mezclan en proporciones adecuadas para llegar al balance adecuado de C:N, muy importante para garantizar un proceso limpio, eficiente y, por consiguiente, un producto final con las características necesarias para que cumpla nuestro estándar de calidad.
Logramos llevar a cabo este proceso gracias a la experiencia de nuestro representado Midwest Bio Systems, empresa con más de 30 años de experiencia en la producción de compost de la más alta calidad, como es el compost humificado.
El proceso es simplemente una suma de factores que hacen que todo se conecte y funcione de una manera sincrónica, haciendo la mezcla adecuada de materiales en las proporciones adecuadas, llevando las mediciones de una manera rutinaria y tomando las decisiones adecuadas según estas (temperatura, humedad, CO2).
Por ejemplo, si tenemos una pila de material – pila es el montón de compost que está en la planta en proceso – y la temperatura no está subiendo y pasan los días o las semanas y sigue fría, quiere decir que no hay actividad microbiana. Ese es el efecto, ¿Cuál puede ser la causa? Hay varias. Por ejemplo: la mezcla no es la adecuada, el material está con la humedad incorrecta o el material es muy viejo, entre otras. Por eso es bien importante conocer el proceso: no es simplemente armar las pilas y dejar que el proceso suceda.
Hay también unas prácticas que van en contra de la elaboración de compost. Por ejemplo, la adición de cal. Esto afecta negativamente a los microorganismos. Debemos recordar que el proceso de compost es un proceso completamente microbiano: son los microorganismos los que hacen que el proceso se lleve a cabo de una manera limpia y eficiente; esta es la razón por la cual nosotros agregamos los microorganismos. Su principal función es promover la existencia de otros microorganismos benéficos, además de ayudar a descomponer los residuos orgánicos, evitar la pérdida de amoniaco y, de esa manera, evitar la aparición de vectores como la mosca y la generación de malos olores.
Hay un componente muy importante: el factor humano. Todo esto no se logra sin un equipo de personas que realizan el proceso de una manera ordenada y juiciosa, que utilizan los equipos apropiados en el momento que se necesita y que hacen que las labores se cumplan en el momento preciso. Claro que también es necesario tener los equipos y maquinaria para llevar a cabo la labor de una manera adecuada y eficiente. Por ejemplo, la maquinaria para hacer el volteo, el tanque para aplicar los microorganismos y el agua o los lixiviados. Para mantener la humedad y el balance de nutrientes adecuado es muy importante contar con este equipo para lograr el objetivo de la manera más eficiente y económica.
Así es que en Ibicol hemos aprendido a producir compost en nuestro caso TenZel, que comercializamos a través de nuestros diferentes distribuidores a nivel nacional.
El producto ha sido utilizado en diferentes cultivos como flores, papa, cítricos, tomate, cebolla, aromáticas y pastos, entre otros, con muy buenos resultados.
Estamos convencidos de que el aprovechamiento de los residuos orgánicos, de cualquier tipo, que sean seguros para el medio ambiente, deben ser aprovechados en su totalidad. De esa manera podemos recuperar los suelos a los que por años les han sido extraídos los nutrientes y la materia orgánica, dejándolos casi infértiles. En el caso de la agroindustria, hay un paso que debe dar: pasar de producir o de descomponer los residuos para luego “aprovechar” a realmente producir un compost de excelente calidad que va a generar un beneficio. Hay que valorizar el compost y utilizarlo como una fuente de nutrientes que va a generar un aumento de producción y un ahorro real al agricultor. En este momento hay millones de toneladas de material que se van a rellenos, que se van al final de la finca y son descartadas pensando que no tienen ningún valor. Hay maneras para realmente aprovechar esos residuos y convertirlos en un insumo que genere un beneficio al suelo, a la planta y al agricultor.