En este número nos complacemos en contarles la historia de Lucía Lotero, a quien seguramente muchos de nuestros lectores ya conocerán, pues se trata de una profesional cuya extensa experiencia comercial ha hecho que se relacione con multiplicidad de compañías y personas.
Lucía Lotero es una ingeniera agrónoma quindiana-valluna cuya principal formación tuvo lugar en la Universidad Nacional, sede Palmira. Desde muy pequeña Lucía supo que su vocación estaba en el campo. Ya a los 5 años se maravillaba por la vida que bullía en los cafetales de su abuelo, donde pasaba las tardes jugando con los granos de café.
A pesar de haber nacido en Armenia, Lucía creció y estudió en el Valle del Cauca. Poco después de terminar sus estudios llegó a Bogotá, donde está actualmente radicada. Nuestra protagonista de esta edición es especialista en gerencia comercial con énfasis en mercadeo de la Universidad de la Sabana, es perfectamente competente en el uso del idioma inglés y ha hecho un largo recorrido por el agro y la floricultura colombianos.
Cómo llegó a Bogotá
Lucía llegó hace 17 años a Bogotá. En ese entonces estaba recién graduada de la Universidad y, motivada por la falta de oportunidades laborales en el Valle del Cauca, planeaba un viaje a Boston, que con toda probabilidad hubiera realizado si su destino no hubiera estado en estas frías tierras sabaneras.
Lucía hubiera querido dedicarse a la investigación. Aspiraba a ocuparse en Cenicaña o en el Centro Internacional de Agricultura Tropical -CIAT, pero todas las puertas parecían estar cerradas para ella. Compró entonces los tiquetes para Estados Unidos, encontró un lugar para vivir, consiguió un trabajo que desempeñaría a su llegada, se despidió de sus amigos y familiares y de repente, cuando todo estaba listo para partir, su gran amigo de la universidad, quien ya trabajaba en la sabana, le ofreció presentarse a una convocatoria en Bogotá: America Flor necesitaba urgentemente un jefe de área de producción que se encargara de cultivos de rosas, y alstroemelias en la finca Flores Las Palmas.
Lucía se presentó, aunque sin fe, pues a su lado aspiraban otras cuatro personas que tenían ya alguna experiencia en flores. Para su sorpresa, sin embargo, resultó elegida, por lo cual hubo de abandonar sus planes viajeros.
Cuando llevaba un año y medio en Flores las Palmas, el jefe de manejo integrado de plagas y enfermedades de la compañía renunció. Este puesto le fue ofrecido a Lucía. Quedó encargada de la sanidad de 41 hectáreas. Durante este tiempo de experiencia, Lucía Lotero se volvió una experta en el manejo integrado de mildeo polvoso.
Seis meses después le propusieron manejar el laboratorio de control biológico. Allí debía producir Trichoderma, y ácaros benéficos o predadores. Mientras se desempeñaba en aquel cargo, conoció a Andrés Largacha, quien la invitó a participar en un proceso de selección que organizaba la alianza Syngenta-Florintegral. Así fue como Lucía llegó a ser representante de soporte técnico en esa compañía.
Experiencia en el área comercial: ventas
A medida de que crecía Florintegral, llegaban más personas a complementar el equipo técnico y comercial. Entonces Lucía fue designada como gerente de cuenta de las líneas de agroquímicos y fertilizantes. Era responsable de la promoción de productos en 80 fincas, un presupuesto de 5000 mil millones de pesos y algunos promotores a su cargo.
Ocho años después, cuando Lucía terminaba su licencia de maternidad, Agriandes Daymsa le ofreció un puesto como coordinadora de ventas para Cundinamarca. Además de apoyar y promover las ventas en cultivos de flores, la misión de Lucía era abrir los mercados de papa y hortaliza en Cundinamarca.
Pronto las ventas de la compañía aumentaron. La compañía contrató a otro agrónomo que estaría soportando las ventas en Cundinamarca a cargo de Lucía y a Lucía se le encomendó abrir el mercado en Boyacá. Cuando esto sucedió y el volumen de las ventas empezó a ser significativo en Boyacá, la empresa contrató a otro agrónomo que se ocupara del asunto para poder dejar a Lucía frente al desarrollo de otras labores de emprendimiento comercial.
Tan satisfactorio fue su desempeño, que recién pasado el año de haber ingresado a la compañía, le propusieron ser gerente regional de ventas. Empezó entonces a abrir los mercados de Santander y el Meta. En Santander el panorama no fue tan alentador como lo había sido hasta entonces. Tuvo dificultades encontrando socios estratégicos. Sin embargo, Lucía no tomó esto como una derrota sino como una oportunidad para el aprendizaje que más tarde rendiría sus frutos. En efecto, en el Meta le fue muy bien. El caucho, la soya, el maíz y los frutales fueron cultivos estratégicos para la ampliación del mercado en esa zona.
Esta nueva responsabilidad le significaba viajar frecuentemente por Cundinamarca, Boyacá, Santander y el Meta, y así lo asumió durante 3 años. Posteriormente y dando prioridad a sus responsabilidades familiares, Lucía decidió renunciar a ese cargo.
A pesar de los buenos frutos de sus labores, empezó a buscar trabajo en temas relacionados solamente con flores, pues deseaba que sus actividades estuvieran concentradas en Cundinamarca, con lo que podría conjugar perfectamente sus prioridades familiares y profesionales.
Fue así que en 2014 se empleó en la compañía multinacional Sumitomo (más adelante Sumitagro) como Crop Manager o gerente para cultivo de flores. Pudo mostrar muy buenos resultados en su corto paso por Sumitomo, de donde se retiró para poder dedicarse más activamente a su empresa familiar Azúl Vital, que en aquel momento había prosperado significativamente gracias a los esfuerzos de su esposo.
Experiencia en compras
Todos esos años de experiencia en ventas ayudaron paralelamente a construir en Lucía las habilidades perfectas para desempeñar con maestría un cargo orientado exactamente a lo opuesto: las compras.
Hoy en día, Lucía Lotero es directora operativa en el Grupo Fortaleza, puesto cuyas características le han permitido compaginar todas sus aspiraciones profesionales y personales. La experiencia de Lucía en ventas le ha servido, entre otras cosas, para poder llegar a hacer buenas negociaciones con los proveedores de insumos, obteniendo, por ejemplo, mejores precios y descuentos por temporada.
Como podemos ver, la trayectoria de esta notable mujer ha sido acumulativa en aprendizaje, progreso y éxito. No en vano afirma nuestra entrevistada que su deseo es “aprenderlo todo” y que todo ha salido como debe ser porque “todo es un plan perfecto de Dios para su vida”.
Medio ambiente
Como siempre, preguntamos a nuestra protagonista qué tan concernida está por el tema medioambiental.
Al respecto, nos manifestó que se siente satisfecha de trabajar en una industria como la floricultura, que es altamente responsable en esto y capacita a su gente.
En cuanto a acciones afirmativas con proyección medioambiental, nos contó que, a nivel laboral, está promoviendo un proyecto que pretende utilizar energía solar para abastecer las postcosechas y las bombas de fumigación en las fincas de su Grupo.
En el ámbito personal, aplica diversas medidas de sostenibilidad ambiental en su propia casa. El reciclaje es una prioridad. Además, la recolección de agua lluvia, la utilización del agua de la lavadora y el no consumo de embutidos son otras de estas medidas.
Para concluir…
Para concluir, Lucía Lotero nos expresó que, después de haber conocido diferentes regiones y cultivos, se siente orgullosa de trabajar en flores pues se trata de una industria adelantada en términos tecnológicos y que emplea personal altamente capacitado. Por otra parte, es inspirador para Lucía el hecho de que la producción de flores es también la producción de sentimientos “Cuando entregas flores, entregas alegría, amor, y tus mejores deseos; es así que las flores te acompañan desde que naces hasta que te vas de esta vida terrenal”, afirma resueltamente nuestra entrevistada.