En esta edición de la revista Metroflor les hablaremos de una persona muy conocida y querida en el sector floricultor de la Sabana de Bogotá. Se trata de Esperanza Márquez, también conocida como “Pancha”, quien lleva ya 26 años ocupándose con múltiples labores en flores y periferia.

Trayecto profesional

Esperanza es administradora de empresas agropecuarias de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá y experta en semillas y abonos orgánicos. Esperanza escogió esta profesión con la aspiración de que la finca de su familia fuera más productiva  y tras entender que la biología marina no era lo suyo.

Recién graduada fue hacer su práctica rural a la Dorada en el manejo del cultivo de arroz y ganadería. Allí conoció a una compañera que más adelante la contactó a Esperanza con la compañía Quimiorganic, con lo cual la carrera de Esperanza en el sector dio comienzo.

En Quimiorganic Esperanza trabajó tres años. Sus labor era la comercialización y asesoría en materia de abonos orgánicos reforzados. Más adelante, entró a Rhône-Poulenc (Agrevo), donde se desempeñó durante ocho años como representante técnico-comercial para la línea de agroquímicos en lo que tiene que ver con insecticidas y fungicidas.

Más adelante entró a formar parte de Sem Latam, una empresa chilena dedicada a la comercialización de semillas de tomate y hortalizas de las líneas close (americana) y Harris Moran (francesa,-la empresa más antigua del mundo en la producción de semillas). Esta experiencia en semillas se enriqueció cuando pasó a trabajar en la compañía Impulsores con labores similares.

Para finalizar con este recuento de experiencias laborales en compañías, diremos que Esperanza fue también directora comercial para flores y periferia para la empresa colombiana Grüne Welt, un reciente pero exitoso emprendimiento en productos fertilizantes de altísima calidad.

Una empresa propia

Mientras la vida profesional de Esperanza discurría en las compañías anteriormente reseñadas, nació también su propia iniciativa empresarial.

Se trataba de una productora y comercializadora de patrones de rosa que vendía a varios cultivadores de la Sabana de Bogotá. Esta compañía duró 3 años, durante los cuales lo que más resalta nuestra protagonista de la experiencia es el gran aprendizaje que constituyó a pesar del estrés que representaba.

A Esperanza la recuerdan mucho desde esta época y es quizá entonces cuando se volvió tan querida para los colegas del sector floricultor, pues su invernadero era un lugar de parada obligada de los agrónomos, de lo cual nos pudo contar más de una anécdota.

Hoy en día el proyecto de Esperanza es retomar sus proyectos empresariales y así montar su propia empresa de distribuidora de fertilizantes y semillas.

Biorremediación

De acuerdo con Esperanza Márquez, a pesar de lo crítico y actual del tema, la importancia de la materia orgánica en el suelo orgánico es algo que todavía hoy se les debe explicar a los cultivadores y, algunas veces, hasta a los agrónomos.

Es necesario alimentar constantemente los suelos porque la extracción que hace la planta es altísima y hay que evitar el agotamiento. La recuperación incluye mejoras en la estructura, aireación y la presencia de microorganismos benéficos que ayudan a la planta a tomar los nutrientes disponibles y a que no prosperen enfermedades, pues ocupan los espacios que quedan en el suelo y evitan que lleguen otros microorganismos patógenos.

La recuperación de los suelos es de mayor importancia, pues los productores no pueden esperar tan solo extraer de él sin alimentarlo.

Hoy en día…

Actualmente, Esperanza asesora de manera independiente a floricultores y grandes cultivadores de papa, arveja, zanahoria, maíz, lechuga y palma de aceite en materia de fertilización orgánica y mejoramiento de suelos.  Maneja abonos orgánicos como el AviCompost de Santa Reyes y los productos de Resbal. En la línea de fertilización foliar, maneja los productos de Grüne Welt. Esperanza tiene una marcada facilidad para desempeñarse en esta labor pues le gusta el campo e interactuar con las personas, escuchar sus problemas y llevarles propuestas y soluciones.

En la opinión de Esperanza, las flores son un sector muy bueno para trabajar, pues en este sector los profesionales son asertivos en cuanto a sus necesidades, abiertos a nuevas propuestas y a hacer nuevos ensayos.