Por: Jaime Arturo Vargas
Geólogo
Gerente de Perforación Colombia
Netafim
El agua subterránea representa una importante fracción del agua presente en los continentes. Su proporción es de más del 14% del agua total y es el 94% del agua dulce disponible, sin contar con el agua congelada en bancos de hielo, glaciales y nieves perpetuas, constituyéndose en el mayor depósito de agua dulce del mundo, con un valor económico y social incalculable.
Agua dulce en la hidrosfera
Su uso como fuente de abastecimiento de grandes ciudades del mundo es muy común por su disponibilidad, costo y pureza. En Colombia, es un recurso mal entendido y poco utilizado, aunque las condiciones geológicas en muchas regiones hacen factible su utilización para riego, industria y abastecimiento humano.
En el mundo, el agua subterránea es uno de los recursos más valiosos, aunque la percepción general acerca de ella, por ser una fuente no visible, es poco clara y a menudo incorrecta.
El agua existe en la Tierra en tres estados que están en constante cambio: solido, líquido y gaseoso. El agua de la superficie se evapora, el vapor de agua de las nubes se precipita y va de nuevo al suelo como lluvia o nieve. La cantidad total de agua no varía y su circulación, cambio y conservación se denomina ciclo hidrológico.
El agua subterránea hace parte del ciclo hidrológico, de la misma manera que lo hace el agua contenida en las nubes como vapor, el agua lluvia y las aguas superficiales (ríos, lagos). Parte del agua de precipitación y deshielos, se infiltra y va a los acuíferos.
Ciclo Hidrológico
En Estados Unidos, el agua subterránea representa aproximadamente el 40% del agua utilizada para todos los fines. Es el agua potable para más del 50% de la población, el 40% de la utilizada para irrigación y proporciona más del 25% de las necesidades de la industria (Introducción a la Geología Física. Tarbuck y Lutgens, 2005).
En Colombia, existen condiciones geológicas favorables para el almacenamiento de aguas subterráneas en gran parte del territorio. Según el Servicio Geológico Nacional (Ingeominas), Colombia está dividida en seis provincias hidrogeológicas que en orden de importancia son: Andina-vertiente Atlántica, Costera-Vertiente Atlántica, Costera Vertiente Pacifica, Amazonas, Orinoco y Escudo Septentrional. En estas provincias se localizan los valles de los ríos Cauca y Magdalena, valles interandinos y altiplanos, donde se concentra la mayor parte de la población y actividad agrícola.
Un acuífero es la roca o sedimento a través del cual se mueve el agua con facilidad (Introducción a la Geología Física. Tarbuck y Lutgens, 2005). Desempeña dos importantes funciones: almacenar y transmitir agua que se mueve constantemente hacia el gradiente hidráulico a velocidades que pueden variar desde metros por año hasta metros por día (Ground Waters and Wells, Third Edition, Johnson Screens. 2007).
El agua del subsuelo al igual que el agua superficial se mueve, solo que a tasas menores y puede aflorar a la superficie por manantiales para hacer nuevamente parte del ciclo, o puede ser aprovechada artificialmente mediante estructuras como pozos y galerías.
Los pozos profundos son la forma más común de extraer agua subterránea. Son estructuras verticales que, correctamente construidas, permiten obtener eficientemente el agua del subsuelo, asegurando una fuente confiable, aún en veranos intensos, pues el agua extraída puede tener decenas o hasta miles de años de infiltrada. Pozos profundos correctamente construidos, protegidos de contaminación superficial o subterránea, son una de las mejores alternativas para aprovechar el agua subterránea.
En Colombia, departamentos de la zona andina como Valle del Cauca, Cauca, Cundinamarca, Boyacá, zonas costeras como Urabá, la zona bananera y, en menor proporción la zona oriental del país, han utilizado desde hace muchos años el agua subterránea, principalmente para riego de cultivos con un potencial aun inmenso, para el desarrollo económico futuro de estas y otras regiones.
El agua subterránea es un recurso renovable siempre y cuando se aproveche racionalmente evitando la sobreexplotación. La sobreexplotación puede compactar los sedimentos y disminuir la porosidad y permeabilidad, lo que en condiciones severas puede producir fenómenos como subsidencia y hundimientos del terreno.
Investigaciones recientes de la Defensoría del Pueblo indican que hay más de 14 millones de personas que viven en sitios con índices de escasez de agua potable para riego y consumo debido a la disminución de fuentes superficiales o contaminación. Muchas de ellas por su localización geográfica podrían solucionar sus problemas con la construcción técnica de pozos profundos.
El agua subterránea es un recurso valioso y abundante en gran parte de nuestro país y está disponible cerca de los grandes centros económicos y urbanos y sirve como fuente principal o alterna en riego de cultivos como caña de azúcar, flores, banano, palma de aceite, cítricos y, recientemente, de nuevos cultivos como aguacate y cacao.
Debido al desconocimiento y muchas veces a decisiones políticas, el recurso de las aguas del subsuelo no es aprovechado. Por el contrario, constituye una alternativa real, con disponibilidad y bajo costo para solucionar necesidades básicas en riego, industria y abastecimiento en Colombia.
El agua es un recurso natural renovable pero limitado, no tiene sustitutos y lamentablemente el agua superficial es cada vez más escasa, contaminada y competida. El agua subterránea se nos presenta como la mejor alternativa en cuanto a cantidad, calidad y disponibilidad. ¡Es la fuente del futuro!