Por: Departamento Técnico de Magro S.A.

Introducción

El mildeo velloso (Peronospora sparsa) es una de las enfermedades más limitantes de la rosa. Muchos trabajos de investigación se han adelantado recientemente sobre la epidemiología de esta enfermedad.

Se deben reforzar los conceptos de bioestimulación y balance nutricional. El conocimiento básico de su biología es fundamental para definir las estrategias de manejo, especialmente por el enfoque frecuente a la reducción del inóculo mediante control químico y selección de materiales vegetales con resistencia genética (horizontal y vertical). 

Recordemos su biología básica:

Peronospora sparsa es un patógeno biótrofo o parásito obligado que forma parte de los Oomycetes, 

Relaciones filogenéticas. Uno de los aspectos más estudiados en los Oomycetes en los últimos años han sido sus relaciones filogenéticas intra e intergenéricas; para el caso de P. sparsa, los análisis de secuencias basados en la región ITS del ADNr, han ubicado a esta especie en un grupo filogenético que incluye además a Phytophthora megakarya, Phytophthora palmivora y Phytophthora arecae, especies tropicales que presentan caracteres evolutivos avanzados tales como esporangios caducopapilados y adaptación a hábitats aéreos; la formación de este clúster entre especies de Phytophthora y Peronospora, confirma la hipótesis de que los mildius vellosos posiblemente evolucionaron a partir de ancestros hemibiótrofos (Cooke et al., 2000).

Dentro del planteamiento del Manejo Integrado no profundizaremos en cada tema, referimos lo más importante que hay que tener en cuenta.

De la bioestimulación

Los mercados mundiales están en constante evolución. Ello ha traído consigo un significativo aumento de restricciones para el control de plagas y enfermedades que afectan la producción agrícola, lo que refuerza la necesidad de seguir apostando por el desarrollo de herramientas que integren los diferentes conceptos de un manejo epidemiológico y a fortalecer el concepto de manejo integrado del cultivo. Esto no es ajeno a la producción de rosas de corte y se ha convertido en algo inherente a los principios de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) implementados en ella. 

En este sentido, el sector floricultor (y ahora los nuevos cultivos de alto valor como aguacate, arándanos, cannabis) ha venido incorporando nuevas nociones y herramientas, con insistencia particular en el balance nutricional. Se parte de conceptos básicos de fertilización y se considera la incorporación de elementos que favorecen actividades metabólicas y mejoran la eficiencia nutricional y energética de la fisiología de las plantas, optimizando el comportamiento poblacional y su capacidad de tolerar diferentes situaciones de estrés.

Para ello la industria ha evolucionado desde los primitivos abonos naturales como el guano hasta el desarrollo de complejas fertilizaciones edáficas en las que se diferencian las fuentes y se tienen en consideración las actividades y respuestas de las plantas a los macroelementos, microelementos y oligoelementos. Paralelamente, la fertilización foliar ha tenido un avance semejante. Hoy ya no es necesario demostrar que funciona; por el contrario, es la herramienta por excelencia para corregir rápidamente carencias, gracias al conocimiento que se tiene de las relaciones fuente – vertedero y de las diferentes etapas fenológicas del cultivo. 

Es importante identificar las actividades y respuestas desencadenadas por los productos que van en pro del desarrollo de las plantaciones; explotarlas mediante aplicaciones tanto edáficas como foliares ha permitido desarrollar el concepto de bioestimulación.

La bioestimulación también ha evolucionado y a ella se han incorporado las fitohormonas desde sus grupos básicos como promotoras (auxinas, giberelinas, citoquininas y etileno) que ejercen sus principales acciones mediante complejos procesos de balances, sinergias y antagonismos que, a nivel molecular, generan expresiones fenotípicas potencializadas desde su genoma básico. 

Las expresiones mencionadas abarcan: (I) la regulación, catársis o aceleración metabólica de la dinámica de transporte de energía, fotosintatos y sobrantes metabólicos primarios; y (II) procesos del metabolismo secundario que ahorran o aportan energía, mejorando reacciones a estímulos bióticos (ataque de plagas y enfermedades, competencia inter e intraespecífica con su entorno) o abióticos (condiciones de agobio por exceso o defecto de factores como, por ejemplo, la luz, la temperatura o el agua). Estas expresiones normalmente se traducen en un mejor comportamiento agronómico que redunda en una mayor productividad. 

Pero la moneda tiene dos caras y también existen bioestimulantes inhibidores de procesos fisiológicos como: (I) ácido abscísico; (II) morfactinas (inhiben el transporte del Ácido Indol Acético – AIA) que antagonizan con las giberelinas, estimulan la abscisión de flores y frutos y promueven la floración en plantas de días cortos; y (III) retardantes del crecimiento como algunos triazoles (paclobutrazole y diniconazole). Cada uno de ellos tiene estructuras específicas y  la particularidad de que solo son requeridos en una baja concentración dentro del metabolismo vegetal para cumplir su propósito.

El avance de la bioestimulación no se detiene y hoy se estudian varios grupos de reguladores metabólicos como poliaminas (cadaverina, putrecina, agmatina, espermidina, espermina), oxilipinas, salicilatos, florígeno (conocida como hormona de floración), oligosacarinas, estrigolactona, sistemina y ácido jasmónico, con diferentes propiedades y efectos sobre las plantas.

Hoy nos concentraremos en: (I) los aminoácidos que, en las plantas, generan una mayor tolerancia al estrés, activan eficientemente la tasa de fotosíntesis, coadyuvan a la polinización e interfieren en la activación de las protohormonas, síntesis de fitohormonas y otras sustancias de crecimiento. En el suelo ayudan a estimular un equilibrio de la flora, promoviendo y facilitando el desarrollo del sistema de absorción y translocación de los microelementos. Así mismo, veremos (II) los inductores de resistencia que contribuyen a la producción de elicitores y fitoalexinas en las plantas.

De la bioestimulación a los mecanismos de inducción de resistencia y la resistencia adquirida

Nos concentraremos en los fosfitos y su papel en la producción de elicitores y fitoalexinas, como es el caso de la línea Nutriphite.

Origen primario de los fosfitos:

  • Un medio para reducir la acidez del ácido fosfónico es neutralizarlo con una sal alcalina; típicamente hidróxido de potasio (KOH). 
  • La solución resultante contiene sales mono y dipotásicas de ácido fosforoso (a menudo denominado fosfito de potasio). 
  • El fosfito de potasio también es el ingrediente principal en varios productos fertilizantes de fosfito.

Los fungicidas y fertilizantes de fosfonato no deben confundirse con los fertilizantes derivados de fosfatos como el fosfato de amonio y el superfosfato triple. 

A pesar de que los compuestos de fosfonato y fosfato son muy similares químicamente, difieren significativamente en cómo actúan en las plantas y en los hongos. El fosfato (HPO 4 = H 2 PO 4 -) es absorbido por las plantas e incorporado a las células, donde forma una importante molécula que produce energía (ATP), los componentes estructurales de las membranas celulares y el ADN. Es esencial para el crecimiento de las raíces, la fotosíntesis y la respiración en las plantas. 

Los fungicidas y fertilizantes de fosfonato son absorbidos por las plantas e incorporados en las células como iones de fosfito (H 2 PO 3 -). 

El hecho de que este ion tenga un átomo de oxígeno menos que el fosfato significa que no actúa de la misma manera que este último en las plantas. 

Aunque el ion fosfito puede ser transportado a las células vegetales, no parece estar involucrado en ninguna fase del metabolismo del fósforo -producción de ATP, fotosíntesis o respiración- (Intagri, 2021).

Los fosfitos en la nutrición vegetal han actuado como bioestimulantes, según lo demuestran Gómez-Merino y Trejo-Téllez (2015). Este efecto es evidente en los cultivos que no presentan deficiencias de fosforo, es decir, cuándo se maneja la dosis adecuada de fosfato.

Los fosfitos y su acción fungicida 

Según Thao y Yamakawa (2009), actualmente el uso principal de los fosfitos es el control de enfermedades fungosas, sobre todo aquellas causadas por Oomycetos, como Phytophthora, Pseudoperonospora, Peronospora, Pythium, Albulgo, Bremia, etc. 

Para lograr eficazmente esta actividad, no deben existir deficiencias de fósforo en las plantas (Thao y Yamakawa, 2009), pues en caso contrario se presentan efectos contraproducentes. 

La acción fungicida de los fosfitos se da por dos vías principalmente. 

  1. Un efecto indirecto relacionado con el incremento de la resistencia de la planta, ya que los fosfitos intervienen en su metabolismo como elicitores, estimulando la vía del ácido shiquímico, con lo cual promueven la formación de peroxidasas, fitoalexinas y la acumulación de polímeros fenólicos, además de lignina, en el sitio de infección (Avila et al., 2011).
  2. Otra vía de acción de los fosfitos es el efecto directo, es decir, el fosfito absorbido por el hongo compite con el fosfato en diversas rutas metabólicas catalizadas por enzimas fosforilativas, pero no cumple plenamente su función debido a las diferencias en su estructura tridimensional, fracasando la construcción del DNA y la estructuración de las membranas con fosfolípidos en la formación del ATP.

Propuesta magro

Manejo de la enfermedad. El manejo del mildeo velloso de la rosa ha sido difícil debido a la alta susceptibilidad de la mayoría de las variedades comerciales de rosa cultivadas en el mundo; no se han documentado materiales resistentes a P. sparsa.

Manejo cultural. Se debe mantener la remoción recolección y destrucción de material infectado como tallos, hojas y flores con síntomas, con el objetivo de reducir el nivel de inóculo. Es también importante el manejo de las condiciones ambientales de los invernaderos para aminorar la tasa de desarrollo de la epidemia mediante la apertura y cierre de ventilas, ductos y cortinas, y la correcta planeación del riego, lo que redundará en una disminución de la incidencia y severidad de la enfermedad (Quitian, 1995; Restrepo, 1996; Quiroga y Arbeláez, 2004).Control químico. Además de las recomendaciones dadas para el uso de PQUA según la FRAC, para evitar los riesgos de aparición de resistencias a los mecanismos de acción existentes en el mercado, una de estas estrategias es el enfoque hacia la bioestimulación. Con este propósito, MAGRO S. A. ha procurado poner a disposición de la agricultura nacional una amplia gama de productos que actúan de forma armónica para poder tener cultivos sanos de forma natural:

1.AGRISPON 

Un bioestimulante comprobado “multiagente activo” y “multimodo de acción” (MAA/MMA), de origen biológico, con contenido de materia orgánica. Agrispon es producido a partir de extractos botánicos de roble rojo (Quercus falcata); nopal espinoso (Opuntia lindheimeri); zumaque (Rhus aromatica) y mangle (Rhizophoria mangle) y una mezcla compleja de compuestos orgánicos y sustancias nutritivas. El rutinario estrés del desierto al que son sometidas estas plantas en el desierto potencializa la actividad biológica de sus extractos. Adicionalmente, Agrispon incluye triacontanol y ácido salicílico, sustancias asociadas a la respuesta de la planta a situaciones de estrés y lesiones y sobre los que ya hablamos en una edición anterior.

El aporte del Agrispon en el manejo integrado de mildeo velloso consiste en la optimización de los balances nutricional, hormonal y metábolico de los cultivos, fortaleciéndolos ante factores de agobio (estrés) como lo es el mismo patógeno y las condiciones abióticas.

2. La línea NUTRIPHITE

NUTRIPHITE P Suelo, recomendado para aplicaciones por fertirriego; NUTRIPHITE P FOLIAR Y NUTRIPHITE P + K, recomendados para aplicaciones foliares y CALCIPHITE con comprobado incremento de las concentraciones de calcio en el tejido foliar, al poder translocarse directo al vertedero. 

Esta línea es la más completa del mercado, con fosfitos únicos que se caracterizan por su alta estabilidad, gracias a su formulación patentada con ácidos orgánico y aminoácidos, haciéndolos idóneo para las mezclas de tanque.

La línea se caracteriza por tener una de las tasas más altas y estables en la generación de elicitores para promover la Inducción de Resistencia Sistémica Adquirida (SAR) incrementando la producción de fitoalexinas, la actividad de la enzima Peroxidasa y generando un mayor engrosamiento de paredes celulares. También contribuye a la producción de compuestos fenólicos dentro de la planta para defenderse de patógenos como: Phytopthora parasitica, Phytopthora infestans, Peronospora sparsa, Rhizoctonia solani.

El equipo técnico y comercial de MAGRO está siempre a disposición de los agricultores nacionales para resolver cualquier duda acerca de la propuesta de manejo biorracional de sus cultivos.

Bibliografía

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  • Estado Actual de Peronospora sparsa, Causante del Mildiu Velloso en Rosa (Rosa sp.); Pablo Israel Álvarez Romero, ET AL, Revista mexicana de fitopatología; versión “On-line” ISSN 2007-8080 versión impresa ISSN 0185-3309; Revista Mexicana de fitopatología; Vol.31 No.2 Texcoco, 2013
  • Arbeláez G. 1999. El mildeo velloso del rosal ocasionado por Peronospora sparsa Berkeley. Acopaflor 6: 37-39.
  • Ayala VM, Argel RL, Jaramillo VS y Marín MM. 2008. Diversidad genética de Peronospora sparsa (Peronosporaceae) en cultivos de rosa de Colombia. Acta Biol. Colomb. 13: 79-94.
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  • Agrios, George N; Fitopatología (Plant pathology) / George N. Agrios; 2ª Edición; México: Limusa, 2008; ISBN-13: 978-969-18-5184-2.
  • Plant physiology, fourth edition; Frank B. Salisbury, Cleon W. Roses, Grupo neditorial IBEROAMÉRICA S.A. DE CV; ISBN: 970-625-024-7: 1994