Por: I.A. Daniel Durán
U. Nacional de Colombia
Gerente de Jacaranda Flowers.
1. “Hace algunos años se consideraban como constituyentes de las plantas 17 elementos, a saber: C, H, O, N, P, K, Ca, Mg, S, Fe, Mn, Cu, Zn, B, Mo, Cl y Ni. Cada vez se encuentran más elementos “trazas” como el Vanadio (V), el Selenio (Se), el Cobalto (Co) y el Silicio (Si)”. Este último elemento, al que se le reconoce cada día más importancia, es uno de los más abundantes en la corteza terrestre. Algunos de estos nuevos elementos se consiguen en fertilizantes provenientes de Francia y otros países europeos. “El Cl y el Ni usualmente se encuentran en las cantidades normales en las aguas de riego, motivo por el cual no se suelen incluir en el riego y cuando estas aportan hasta 48 ppm de S, este elemento no se incluye en las fórmulas de fertilización”. El Se en muchos suelos puede estar en un nivel tóxico para el ganado y otros animales que pastorean en estos, causándoles la muerte.
“Un aceptado fertilizante universal para cultivos bajo invernadero puede tener una proporción de N : P2O5 : K2O de 2:1:2. Para cultivos de follaje se requiere que esta relación sea de 3:1:2”.
Estas referencias, con algunas observaciones del autor de estas notas (lo referente a los nuevos elementos), fueron tomadas de (Nelson, Paul, 1989, Ball Publishing). El profesor Nelson visitó a Colombia varias veces en la década de los años 70 del siglo pasado, en los comienzos de la floricultura colombiana. Él dictó varias conferencias sobre nutrición de plantas, con resultados positivos para la naciente industria floral de nuestro país.
2. Los quelatos, muy conocidos y usados por todos, se emplean cada vez más en las fincas productoras de flores. La palabra quelato viene del griego y significa “garra”. Se quelatan principalmente el Fe, Mn, Cu, Zn y más recientemente, el Ca y el Mg. Todos son cationes. El B y el Mo no se quelatan (estos son aniones).
Hay que tener mucho cuidado con el pH de la solución en la cual van los quelatos, pues este determina la cantidad del elemento que se quelata. Este pH lo suministran las casas productoras de los diferentes quelatos.
3. Tener cuidado con la toxicidad por flúor. El superfosfato puede contener flúor. Evitar fertilizar con esta fuente de P cuando las plantas son sensibles a este elemento, como por ejemplo los lirios y las gérberas.
4. Recordar los nutrientes inmóviles: Ca, Fe, Mn, Cu, B, Mo.
5. Tener presente los nutrientes móviles: N, P, K, Mg, S.
Lo anterior porque si a su cultivo se le envejecen prematuramente las hojas, podría ser que requiere más N o si pierde prematuramente la dominancia apical (deficiencia de B, a manera de ejemplo).
6. Recordando la fisiología vegetal, “las hojas sombreadas de la parte inferior de las plantas respiran con mayor lentitud que las hojas de la parte superior, las cuales se encuentran expuestas a mayores niveles de luz. Si esto no fuera así, es probable que las hojas de debajo de las plantas murieran más pronto de cuando lo hacen”. (Salisbury, Eleon Roes, Fisiología Vegetal, 1999).
Lo anterior es definitivo en la selección de variedades de plantas como alstroemerias y gérberas, entre muchas otras plantas. Las alstroemerias cuando macollan mucho producen una gran cantidad de tallos débiles, que producen sombra en la parte inferior de los tallos normales, reduciendo la calidad de éstos y haciendo que se requiera más mano de obra para eliminar estos tallos indeseables. En las gérberas, los obtentores se fijan cada vez más en el ángulo en que crecen las hojas, para tener cada vez plantas más sanas y vigorosas.
7. ¿Conoce el efecto Pasteur?
“El O2 inhibe la degradación de los carbohidratos”. De aquí la importancia de mantener la ventilación de los invernaderos al máximo para que no se produzcan enfermedades ligadas a la ventilación como son los mildeos.
De lo anterior también se deriva la importancia de mantener la oxigenación adecuada en el suelo o substrato. En suelos arcillosos, pesados, compactados por laboreo inadecuado, es útil considerar la aplicación del O2 proveniente de las mezclas peroxiacéticas noindustrialespara obtener una mayor producción y vida útil de las plantas. Esta es otra manera de que el “Efecto Pasteur” disminuya. Se ha encontrado respuesta positiva también en suelos negros y con alto nivel de M.O., con aireación adecuada.
8. “El sitio de percepción de la gravedad en las plantas es la caliptra de la raíz, localizada en el extremo terminal de esta. Cuando se cortan las puntas de las raíces, estas no responden a la gravedad hasta cuando se regenera una nueva caliptra y un meristemo en la raíz”.
Lo anterior es de gran importancia en el control de la salinidad del suelo, ya que una C.E. alta > 2.5 mmhos – cm (varía según las plantas, ejemplo tomate vs. fresas) hace que las raíces se bifurquen, perdiendo de este modo la caliptra, tal como sucede con algunas plagas radiculares como los sinfílidos. Lo anterior produce una detención en el desarrollo del vegetal y la posibilidad de que se produzcan enfermedades radiculares causadas por hongos como el Pythium. Después del lavado de sales, aplicar algún producto que ayude a controlar hongos patógenos del suelo y emplear microorganismos que favorezcan la emisión de raíces nuevas. También es útil usar alguna azadiractina proveniente de semillas, no de hojas, pues actúan débilmente. Emplear las azadiractinas provenientes del árbol del Neem en dosis de 1.0 – 1.5 litros x Ha en el agua de riego. Pruebe esta experiencia y verá que no se arrepentirá de ello. Además podrá controlar plagas como trips, mosca blanca y minadores de una manera mucho más eficiente, igual que los nemátodos, una de las plagas más difíciles de erradicar.
Los textos entre comillas corresponden al libro de Fisiología Vegetal, Salisbury, Cleon Ross (1992), todas las demás observaciones a quien estas notas escribe.
9. Si el cultivo sufre de una amarillamiento anormal del follaje, revise a nivel foliar N, S, Fe, Mn. Los amarillamientos, como se sabe, son muy diferentes. Si ocurren en hojas bajeras, que se consumen muy rápido, revisar N y S. Si se presentan en hojas superiores, busque Fe y Nn, aunque puede haber síntomas complejos, derivados de la interacción de varios elementos, incluyendo al P.
En cultivos de pompones y alstroemerias el amarillamiento se puede deber a niveles bajos de Fe y Mn.
La fertilización líquida debería tener 4 – 5 ppm de Fe y 3.5 – 3.8 ppm de Mn. Por vía foliar los quelatos de Fe y Nn son muy eficaces para contribuir a terminar con estos problemas.
Algunos insecticidas producen también el amarillamiento del follaje aplicados después del desbotone (antes no causan ningún problema), como es el caso del Thiocyclan, que es muy eficaz en el cultivo del pompón siempre y cuando lo emplee con la anterior restricción.
10. Como es del conocimiento de los técnicos que laboran en los cultivos de flores de los suelos de la Sabana de Bogotá, todos son bajos en Boro. Toca nivelarlos a los valores que marcan los análisis de suelos. Si en la finca donde labora hay coníferas, debe suministrarles este elemento. Las muertes súbitas de coníferas que ocurren en la Sabana de Bogotá se atribuyen a la carencia de este elemento, según el fundador de la cadena de laboratorios Soil and Plant, O.A. Matkin, U.S.A, comunicación personal.