Por: La Directora
En ocasiones pasadas nos hemos referido a especies como el aguacate y el cannabis como cultivos promisorios para el agro colombiano. Esta vez es el turno de los arándanos, cuya área cultivada ha crecido significativamente los últimos tres años.
El arándano o blueberry es una planta arbustiva de la familia de las ericáceas, género vaccinium, especie corymbosum que da una fruta muy apetecida en el mercado internacional por sus propiedades vitamínicas, antioxidantes y curativas (en especial por lo que toca a las infecciones urinarias). Además cuenta con mucha fibra, buen sabor y bajo nivel calórico. Aunque en Colombia el arándano es un producto que ya se empieza a ver con mayor frecuencia en los supermercados, se trata de una fruta con definitiva vocación de exportación que se paga muy bien en Norteamericana, Europa y Asia.
El mercado de arándanos en el mundo ha crecido continuamente durante los últimos años. Del año 2010 al año 2017, su crecimiento ha sido de más de un 40%. Se espera que esta tendencia continúe. Dentro de los mayores productores de arándanos del mundo se encuentran Estados Unidos, Chile, Argentina, Perú, España, México y Marruecos. Habrá de pasar muy poco tiempo para que Colombia se ubique en esta lista, pues el aumento en la producción es grande año a año. Mientras que en 2017 se contaba con un área de 120 hectáreas sembradas, esta cifra aumentó a 450 hectáreas en 2019 y será de más de 1000 hectáreas en 2021.
La principal razón de esta evolución es que nuestro país cuenta con una ventaja competitiva importante: la posibilidad de producir arándanos durante todo el año. A pesar de que la demanda de esta fruta es contínua, la oferta mundial no puede responder a ella, pues todos los países productores se ubican en zonas geográficas sometidas a las estaciones, por lo cual hay un cese de producción en algunas temporadas del año. Por el contrario, los cultivos de arándano en Colombia tienen cosechas permanentes y, puesto que se cultivan a gran altura (más de 2000 metros en el Altiplano Cundiboyacense) se obtienen de muy buen sabor, porque se concentran sus azúcares.
Por otra parte, la infraestructura y logística para la producción y exportación de flores se adapta perfectamente para la producción y exportación de arándanos. Se necesitan invernaderos, pues las lluvias dificultan el éxito del cultivo; se necesita de una buena cadena de frío, pues se trata de un producto perecedero; y, como en las flores, el principal mercado es el estadounidense.
En cuanto a las generalidades del cultivo, se calcula que los arándanos necesitan una inversión de entre 250 millones y 450 millones de pesos por hectárea. El primer año de cosecha la producción estimada es de 4 a 5 toneladas por hectárea y un cultivo adulto produce alrededor de 18 toneladas por hectárea. Las plantas de arándano duran hasta 15 años, así que la inversión grande tiene lugar solamente al principio del emprendimiento.
Las variedades que más se siembran en Colombia son Biloxi, Legacy, Mista y Sharpblue. Se cultivan en maceta, bolsa y suelo. Necesitan un pH de 4.5 a 5.5, buena aireación, agua de buena calidad, baja salinidad y una barrera aérea (por ejemplo, polisombra) que impida el paso de los pájaros, pero no de los insectos polinizadores. Los patógenos que más afectan el cultivo de arándano son los ácaros y los hongos, de los que se hace un control principalmente biológico. Variedades mejoradas se importan de Chile, España y México. En Chile y Argentina se ha documentado que el uso de plásticos luminiscentes aumenta la producción.
Se espera que el área cultivada de arándano llegue a las 15000 hectáreas sembradas (es decir, el 10% del área sembrada mundial actual), por lo cual es evidente que el futuro del arándano está lleno de oportunidades para el campo colombiano y, en especial, para los productores de otras especies que ya tienen establecidas la infraestructura y logística para exportaciones.